Su liberación se produce un día antes de que expirase la vista con el juez. Los cuatro activistas se enfrentan todavía a juicio en los tribunales daneses y posibles penas de prisión. También esta tarde Greenpeace ha sido informado de que no se celebrará la vista previa prevista con el juez para mañana.
Los cuatro "Activistas de la Alfombra Roja", de los Países Bajos, Noruega, España y Suiza, fueron detenidos tras una protesta pacífica en el inicio de un banquete de Estado organizado por la Reina Margrethe II a los líderes mundiales que asistieron a la Cumbre de Copenhague sobre el clima.
Mads Christensen, director ejecutivo de Greenpeace Nordic, acogió con alegría su puesta en libertad, pero fue duro con las autoridades danesas. "El encarcelamiento innecesario de estos cuatro activistas pacíficos ha sido efectivamente un castigo sin juicio. Este castigo se ha sumado al fracaso de los líderes del mundo para acordar un tratado legalmente vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El presunto delito por el que se encontraban en prisión es que los cuatro activistas intentasen llamar la atención de los dirigentes mundiales sobre la urgencia de actuar para evitar un cambio climático catastrófico. La duración de esta detención sin juicio está fuera de toda proporción por una simple protesta con un objetivo legítimo”.
Tras las detenciones de los cuatro, Greenpeace garantizó -como sucede en todos los casos en que los voluntarios participan en las protestas pacíficas- que, de haber sido puestos en libertad, los cuatro activistas hubieran regresado voluntariamente a Copenhague para ser juzgados. Para facilitar aún más la investigación policial, Greenpeace siempre ofreció su plena cooperación a la policía danesa y les proporcionó los detalles de la acción. El ofrecimiento de Greenpeace a la policía danesa para especificar qué información adicional se necesitaba saber en relación con el caso se topó con dos semanas de silencio por parte de la policía.
Sólo ayer, martes 5 de enero, la policía danesa finalmente solicitó a Greenpeace los nombres de las otras personas que habían estado en la acción de Greenpeace el 17 de diciembre. Hoy, estas personas, voluntariamente, han ofrecido sus datos, eliminando la última razón concebible para la detención.
Los activistas encarcelados protagonizaron una protesta pacífica durante la cena que ofreció la reina de Dinamarca a los Jefes de Estado durante la Cumbre del Clima de Copenhague. Recorrieron la alfombra roja como representantes de los millones de personas de todo el mundo que demandaban una acuerdo justo, ambicioso y vinculante para evitar una catástrofe climática, y desplegaron dos pancartas con el lema: "los políticos hablan, los líderes actúan". Por este motivo fueron detenidos y enviados a la cárcel danesa de Vestre Fængsel, en régimen de aislamiento y sin juicio, hasta el 7 de enero. El cuarto miembro de Greenpeace fue detenido días después y se unió a los tres primeros.
Los cuatro "Activistas de la Alfombra Roja", de los Países Bajos, Noruega, España y Suiza, fueron detenidos tras una protesta pacífica en el inicio de un banquete de Estado organizado por la Reina Margrethe II a los líderes mundiales que asistieron a la Cumbre de Copenhague sobre el clima.
Mads Christensen, director ejecutivo de Greenpeace Nordic, acogió con alegría su puesta en libertad, pero fue duro con las autoridades danesas. "El encarcelamiento innecesario de estos cuatro activistas pacíficos ha sido efectivamente un castigo sin juicio. Este castigo se ha sumado al fracaso de los líderes del mundo para acordar un tratado legalmente vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El presunto delito por el que se encontraban en prisión es que los cuatro activistas intentasen llamar la atención de los dirigentes mundiales sobre la urgencia de actuar para evitar un cambio climático catastrófico. La duración de esta detención sin juicio está fuera de toda proporción por una simple protesta con un objetivo legítimo”.
Tras las detenciones de los cuatro, Greenpeace garantizó -como sucede en todos los casos en que los voluntarios participan en las protestas pacíficas- que, de haber sido puestos en libertad, los cuatro activistas hubieran regresado voluntariamente a Copenhague para ser juzgados. Para facilitar aún más la investigación policial, Greenpeace siempre ofreció su plena cooperación a la policía danesa y les proporcionó los detalles de la acción. El ofrecimiento de Greenpeace a la policía danesa para especificar qué información adicional se necesitaba saber en relación con el caso se topó con dos semanas de silencio por parte de la policía.
Sólo ayer, martes 5 de enero, la policía danesa finalmente solicitó a Greenpeace los nombres de las otras personas que habían estado en la acción de Greenpeace el 17 de diciembre. Hoy, estas personas, voluntariamente, han ofrecido sus datos, eliminando la última razón concebible para la detención.
Los activistas encarcelados protagonizaron una protesta pacífica durante la cena que ofreció la reina de Dinamarca a los Jefes de Estado durante la Cumbre del Clima de Copenhague. Recorrieron la alfombra roja como representantes de los millones de personas de todo el mundo que demandaban una acuerdo justo, ambicioso y vinculante para evitar una catástrofe climática, y desplegaron dos pancartas con el lema: "los políticos hablan, los líderes actúan". Por este motivo fueron detenidos y enviados a la cárcel danesa de Vestre Fængsel, en régimen de aislamiento y sin juicio, hasta el 7 de enero. El cuarto miembro de Greenpeace fue detenido días después y se unió a los tres primeros.
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