2003-2011 8 años Defendiendo el Medio Ambiente
lunes, 15 de febrero de 2010
Activistas de Greenpeace reclamaron un juicio justo para los activistas japoneses procesados por denunciar la caza de ballenas
BUENOS AIRES, Argentina — Miembros de la organización protestaron frente a la Embajada de Japón en Buenos Aires para exigir un juicio justo a dos activistas que están siendo perseguidos por el gobierno japonés por denunciar el contrabando de carne de ballenas.
Durante la demostración, una activista caracterizada como la justicia y vestida con kimono sostenía en los platillos de la balanza una lata de carne de ballena y la foto de los activistas procesados.
El próximo lunes 15 de febrero comenzará el juicio oral contra Junichi Sato y Toru Suzuki, dos activistas de Greenpeace que en 2008 fueron arrestados luego de denunciar públicamente los resultados de una investigación en la que se probaba que los integrantes de la flota ballenera traficaban carne de ballena. A pesar de haber entregado las pruebas a la policía y a los fiscales, la justicia japonesa procesó a los activistas y los acusó de haber robado la carne para venderla en el mercado negro.
Greenpeace reclama que se lleve a cabo un juicio justo, que respete los derechos humanos de los activistas y que se realice una investigación sobre el gobierno japonés para determinar si no encubrió este tipo de delito en el pasado.
“Se debe juzgar la caza de ballenas, no a quienes demuestran su ilegalidad”, manifestó Milko Schvartzman, coordinador de la Campaña de Océanos de Greenpeace Argentina, “Demandamos a la justicia de Japón un juicio justo y limpio, tal como se lo piden las Naciones Unidas y toda la comunidad internacional”.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dictaminó que el gobierno nipón ha violado diversas leyes internacionales sobre derechos humanos, al enjuiciar a dos y reconoció que el accionar gubernamental es prueba de la existencia de corrupción.(1)
“Con esta protesta intentamos hacer llegar nuestra voz a los oídos del pueblo y el gobierno japonés, para exigir un juicio justo a nuestros activistas y la finalización del programa de caza científica de ballenas impulsado por el gobierno”, concluyó Schvartzman.
Cada año, la flota ballenera japonesa se interna en el Santuario Ballenero Antártico para cazar un promedio de 700 ballenas en el marco del programa de caza científica japonés, que contradice todos los tratados de protección de cetáceos, suscriptos por la mayoría de los países del mundo.
Nota (1) Dictamen del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas: http://www.greenpeace.org/international/press/reports/opinion-of-the-unhrc
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario